Remedios de belleza basados en el tomate
No es algo que no sepamos. El tomate es el rey de la despensa. Presente en muchos platos -ya sea natural, triturado, cocido, frito…-, el tomate va bien con la ensalada, la pizza o en coctail. Todo esto lo sabes, pero lo que, quizás, no sepas es que el tomate también tiene unos cuantos -e interesantes- usos como cosmético.
¿Nos dejas que te aconsejemos 8 usos? Pues ahí van:
-Mascarilla contra el acné
El tomate tiene un alto contenido de vitamina A y C, lo que le proporciona unas muy eficaces propiedades para la piel…en casos de acné y exceso de sebo.
¿Cómo utilizarlo? Exprime un tomate fresco y aplica su pulpa sobre tu cara. Luego, déjala reposar ahí durante 15-20 minutos como si fuera una mascarilla.
-Gel corporal exfoliante
¿Quieres librarte de las células muertas de tu piel? Pues, si la respuesta es sí, lo tienes fácil. Tan sólo tienes que picar dos tomates, añadir tres cucharadas de harina de avena y una cucharadita de aceite de oliva. Hecho esto, 
sólo queda aplicar, con suaves masajes, sobre la piel. Al acabar, enjuaga… y listo.
-Para un caballo fuerte, brillante y resistente
Si tu cabello está dañado por tintes, tratamientos químicos o incluso la contaminación, no te preocupes, el tomate tiene la solución. Para fortalecer tu pelo, sólo tienes que aplicar zumo de tomate sobre el cabello húmedo y dejarlo actuar durante al menos media hora. Luego lávalo con tu champú habitual. Seguro que verás los reflejos naturales de tu pelo ¡aún más brillantes!
-Refresca tu piel enrojecida
¿Quemado por el sol y sin protección solar? Bueno, un descuido lo tiene 
cualquiera. Tu piel, ahora roja, notará el efecto refrescante de tu preparado de zumo de tomate y aceite de oliva. ¿Ya tienes la salsa? Bien, pues no te la bebas. Aplica un suave masaje sobre las zonas enrojecidas y obtendrás un doble beneficio: calmar tu piel y que tu bronceado dure más.
-Reactiva tu circulación sanguínea
Y también rebaja tu retención de líquidos. ¿Cómo conseguirlo? Muy fácil. Para empezar, tritura los tomates hasta conseguir un puré… reservando el agua de la cocción pues es rica en potasio y ácidos varios. El siguiente paso será llenar la bañera con agua tibia y verter el agua de la cocción. Hecho esto, métete en la bañera y aplica el puré por todo el cuerpo, especialmente en las piernas. Al acabar, aclara con agua fresca.