¿Qué es el CrossFit?
Seguro que en los últimos años habrás oído este nombre e, incluso, puede que te hayas animado a practicarlo, pero… ¿Sabes realmente de dónde viene? ¿Conoces sus beneficios y, lo que es más importante, sus posibles contraindicaciones? Vamos allá. El CrossFit fue creado por el ex-gimnasta norteamericano Greg Glassman en los años 90 y el primer gimnasio se abrió en Santa Cruz, California (EE UU) en el año 1995. En España, algunos gimnasios empezaron a ofrecer esta modalidad deportiva desde, aproximadamente, el año 2010. Sin embargo, ya desde antes era habitual que los cuerpos de seguridad y bomberos lo utilizaran -aún lo hacen- para sus entrenamientos, dada la variedad de ejercicios que preparan para cualquier eventualidad. No en vano, su fundador se dedicaba a entrenar policías con este método.
En cuanto al contenido del CrossFit, se trata de una modalidad de ejercicios que nos permiten mejorar distintos aspectos de nuestro estado físico: poder, fuerza, velocidad, coordinación, agilidad, e incluso, capacidad cardiovascular. Para lograr esto, se utilizan actividades que soportan peso (por ejemplo, la prensa hombro).
Lo realmente peculiar del CrossFit es que combina entrenamiento de pesas con ejercicios y gimnasia cardiovascular. En principio, el CrossFit es apto para cualquier persona que tenga una forma física standard (esto es, media). Sin embargo, si no se ha practicado nunca CrossFit, será bueno apuntarse a un nivel 1 o principiante. Será el modo de dominar las técnicas de los movimientos antes de poder progresar en este deporte… y de, paso, evitarse lesiones.
Por lo que respecta a las clases, estas son, por lo general, de una hora de duración e incluyen ejercicios de calentamiento, desarrollo de habilidades, una sección de alta intensidad… para acabar con unos minutos de estiramiento, similares, a los habituales, por ejemplo, en las prácticas de otra modalidad deportiva: el aerobic.
Sobre los riesgos y beneficios de la práctica del CrossFit, un reciente estudio publicado por The Journal of Strength and Conditioning Research decía lo siguiente:
-La práctica del CrossFit es buena porque: mejora la capacidad aeróbica; disminuye el peso corporal (después de 10 semanas de entrenamiento) entre un 2,6% y un 3,8%; reduce, considerablemente, el porcentaje de grasa corporal; y, por último, incrementa la masa magra entre un 1,4% y un 2,2%.
– La práctica del CrossFit puede ser perjudicial porque, del total de los encuestados, alrededor de un 70% sufrió lesiones durante el entrenamiento (tan sólo un 7% necesitó intervención quirúrgica); y podría haber cierta relación (aunque no está demostrada) entre la práctica del CrossFit y la aparición de rabdomiólisis o destrucción de fibras musculares.