¿Y cómo me protejo de la osteoporosis?
Pues como de otras muchas cosas en la vida: cuidando la juventud para no lamentarse en la vejez. Y la osteoporosis -esa enfermedad sistémica del esqueleto, caracterizada por perder masa ósea y padecer fracturas– no es ninguna excepción… sobre todo cuando aparecen factores de riesgo como envejecimiento, antecedentes familiares de osteoporosis, menopausia (precoz, natural o quirúrgica)… por no hablar de enfermedades diversas, principalmente endocrinas y reumatológicas, que también pueden estar detrás de la aparición de la osteoporosis.
Evidentemente, poco -por no decir nada- se puede hacer contra el envejecimiento o la aparición de la menopausia. Eso no está a nuestro alcance (al menos de momento). Lo que sí está en nuestra mano es eliminar otros elementos que sí que pueden agravar -cuando no, directamente, activar- la enfermedad. Estamos hablando (seguramente ya lo sabes) de bajo peso corporal, sedentarismo, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol o cafeína… o, incluso, baja ingesta de calcio o el uso de medicamentos tipo glucocorticoides, hormona tiroidea, anticonvulsivantes o fármacos que producen disminución de las hormonas sexuales.
En definitiva, que lo mejor que podemos hacer para combatir la osteoporosis -y si se hace desde la juventud, mejor que mejor- es cambiar alguno de nuestros hábitos de vida. ¿Complicado? Que va, tan sólo hay que poner un poquito de fuerza de voluntad… y luego todo irá rodado. ¿Damos un repaso a algunos de estos consejos? Vamos allá:
–Practicar regularmente ejercicio ralentiza la pérdida de masa ósea
Normalmente, lo mejor es hacer una combinación de ejercicios que impliquen llevar el peso del propio cuerpo (caminar, trotar, correr, subir escaleras, saltar cuerda o hacer esquí) con ejercicios de fortalecimiento. Dicha combinación de ejercicios nos ayudará a hacer más fuertes a los músculos y huesos de los brazos y de la parte superior de la columna vertebral.
-Cuanto más calcio y vitamina D obtengamos de los alimentos…mejor
Los hombres y las mujeres de 18 a 50 años de edad necesitan, de media, 1000 miligramos de calcio al día. Sin embargo, esa cantidad aumenta a 1200 miligramos cuando la mujer cumple 50 años y el hombre, 70. Todo esto significa que debemos vigilar (por si hubiera que aumentarlo) el consumo de productos lácteos con bajo contenido de grasa, hortalizas de hoja color verde oscuro, sardinas en aceite, salmón en conserva y productos de soja.
– El cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio
Lo suyo es obtenerla de la luz del sol. Sin embargo, sí, tras hacernos un análisis de sangre, el médico ve que estamos bajos de vitamina D, nuestro galeno puede recomendarnos un suplemento.
-Hagámonos una densitometría
Es la manera de revisar la salud de los huesos porque mide cuántos gramos de calcio, y de otros minerales óseos, están presentes en un segmento concreto de hueso. Cuanto mayor sea el contenido mineral óseo, más densidad habrá en los huesos… y viceversa.