Tomate valenciano…o el comienzo de la mejor de las ensaladas
Muchos lo dicen y, después de probar uno, no se les puede más que dar la razón: un tomate valenciano es mucho más que una hortaliza. Para empezar, es el comienzo de toda ensalada que se precie. Y es que lo tiene todo: frescura, ligereza, matices en boca… y, sobretodo, un sabor intenso y único.
Inconfundible, en su piel fina y textura carnosa, el tomate valenciano se da en la huerta valenciana y, también, se puede encontrar en restaurantes de toda España. Y además, como no podía ser de otro modo, también se puede saborear en mesas como las del Restaurante Azahar…, en plena playa de las Arenas de Valencia, como precedente a una tradicional paella o uno de sus arroces estrella: el arroz rojo.
Producido entre los meses de mayo y agosto, empieza ahora, pues, su época para poder degustarlo. Compra unos cuantos tomates valencianos, córtalos y prepáralos, por ejemplo, como aperitivo a la paella que vendrá después. Y es que, es el perfecto acompañante para la lechuga, cebolla y aceitunas (quedará bautizado con aceite de oliva virgen extra y una pizca de vinagre). Eso sí, el requisito imprescindible es consumirlos en temporada, esto es, ahora (como ya queda dicho); que se corte de la mata en su punto justo de madurez y que no pase mucho tiempo en medios de transporte ni en refrigeración -a ser posible, nada-.
Si no queremos esperar a la ensalada, también podemos dejar que un tomate valenciano nos acompañe en el pistoletazo de salida de nuestra mañana, regalándonos el siguiente manjar: buen zumo de naranja natural acompañado de unas tostadas de tomate valenciano restregado con jamón serrano. ¡Que aproveche!