Los antioxidantes que produce nuestro cuerpo
Lo hemos escuchado muchas veces: los radicales libres nos envejecen y nos pueden hacer enfermar; los antioxidantes nos ayudan a combatirlos. Por esta razón, millones de personas consumen, cada día, suplementos antioxidantes y vitamínicos. ¿Son necesarios? Pues, según diversos estudios científicos, y en la mayoría de los casos, no. Nuestro organismo fabrica, a través de enzimas y proteínas, los antioxidantes endógenos que necesitamos para neutralizar los radicales libres. Las enzimas, sin embargo, sólo son efectivas cuando se unen con micronutrientes. De ahí la importancia de que se obtengan de los alimentos cantidades suficientes de minerales, vitaminas y compuestos vegetales capaces de nutrir a estas enzimas. ¿Damos un repaso a cuáles son los cuatro principales antioxidantes que produce nuestro propio cuerpo? Vamos con ellos.
Es un conjunto de tres aminoácidos y son especialmente importantes para nosotros. Y es que, además de atrapar radicales libres, el glutatión también hace lo propio con otras toxinas como el mercurio u otros materiales pesados. Todo esto hace del glutatión un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario y del cerebro.
Alimentos como tomates, patatas, brócoli, espinacas, espárragos, aguacates o nueces proporcionan pequeñas cantidades de glutatión, pero son más interesante los alimentos ricos en compuestos de azufre como ajos, cebollas, coles, rábanos, mostaza, cardos o berros. Y es que todos ellos, igual que sucede con el ejercicio físico, aumentan los niveles de glutatión de producción endógena.
Producida de forma natural por nuestro organismo (aunque una pequeña parte pueda prevenir de la alimentación), el coenzima Q10 es especialmente importante para el funcionamiento -y buen estado de salud- de los órganos de nuestro cuerpo que más energía necesitan para operar… como los riñones o el corazón. Presente en el aceite de pepita de uva, nueces, avellanas, pistachos, perejil, espinacas, semillas de sésamo, aceite de oliva y aguacates.
Muy eficaz actuando en elementos solubles (especialmente bien en agua y grasa) el ácido alfa-lipoico posee una especial facilidad para atacar a los radicales libres presentes en nuestro cerebro…los mismos que podrían provocarnos enfermedades neurológicas y cognitivas como el Alzheimer. Además, actúa allí donde el daño celular oxidativo desemboca en enfermedades relacionadas con la edad (hipertensión, daños vasculares, diabetes…). Este antioxidante ofrece, además, una protección extra para nuestro hígado, riñones y vejiga. Se encuentra, en pequeñas cantidades, en algunos vegetales verdes como las espinacas.
-Melatonina
Se produce en la oscuridad -por lo tanto, mejor asegurarse de que la habitación en la que dormimos queda completamente a oscuras-. Algunos estudios apuntan a que podría multiplicar por 50 la capacidad antioxidante de la vitamina C. Algunos alimentos como cerezas, aceite de oliva, nueces, vino y cerveza contienen algo de melatonina, pero para producirla en cantidades adecuadas son más importantes los hábitos de actividad y descanso que practiquemos: irse a dormir y despertarse temprano y salir al aire libre después de desayunar, o incluso antes.